sábado, 14 de mayo de 2011

El proceso de identificación de cadáveres

A veces la identidad de una persona fallecida es desconocida o incierta. Ello puede ser causado debido a documentación incorrecta o faltante, o porque el cuerpo está irreconocible debido al proceso de trauma o de descomposición. A pesar de las circunstancias, se debe hacer todo lo posible para identificarla y cumplir con las obligaciones sociales y legales relacionadas con los decesos y prevenir la familia.
¿Cómo se identifica a los individuos fallecidos?
Cuando se descubre un cadáver, los investigadores deben determinar quién es, dónde y cuándo ocurrió la muerte, y cómo y por qué se produjo el fallecimiento. Sin embargo, el proceso de identificación también puede comenzar incluso antes de que el cadáver sea descubierto - en el mismo momento en que una persona o grupo de personas son reportadas como desaparecidas o presumiblemente muertas-. En primer lugar, debemos recopilar los datos ante o pre-mortem, con ello se hace referencia a toda la información y documentos reunidos por una persona durante su vida que pueden ayudar después de su deceso. Esto incluye una descripción física como la edad, sexo, color de pelo, altura, etc.; los antecedentes médicos y dentales (incluyendo radiografías); características individuales como tatuajes y fotografías recientes. Esta información también puede incluir detalles de la ropa al momento de su desaparición y los objetos personales que llevaba. Cualquier cosa que pueda ayudar a identificarla es relevante. Una vez que se recogen, los datos pueden ser comparados con información similar obtenida de cadáveres no identificados, con el fin de encontrar una coincidencia. Ante la desaparición de un solo individuo o la ocurrencia de un accidente fatal que involucra a varias personas, los registros previos a la muerte son un componente esencial del proceso de identificación.
Quien posee la información ante mortem?
En general, los miembros de la familia, amigos o compañeros de trabajo cercanos, son los primeros en ser entrevistados para obtener información que rodea la desaparición o muerte de un individuo. Además, los investigadores pueden solicitar asistencia del público para encontrar la última persona en ver a las personas desaparecidas. Los médicos de familia o los dentistas son llamados a menudo a colaborar, ya que pueden proporcionar los expedientes médicos pertinentes. Una vez que la información ante mortem se obtiene, el acceso está restringido a los responsables de la identificación, incluidos los médicos forenses o los médicos legistas, los organismos de seguridad y otras organizaciones similares.
Un document intitulé rapport de garde (chain of custody en anglais) enregistre une description de chaque objet et la localisation exacte où il a été retrouvé, de même que le nom et l'affiliation de chaque personne ayant eu la preuve en sa possession.
¿Cómo se encuentra un cuerpo?
Cuando se encuentra un cuerpo, se manejan estrictos protocolos que regulan la actividad a realizar. Es la policía la que a menudo arriba por primera vez a la escena, seguida de cerca por el médico forense o examinador médico, quien tiene la responsabilidad de ocuparse del cuerpo. Dependiendo de las circunstancias, otros especialistas como arqueólogos y antropólogos pueden ser llamados para intervenir en la recuperación de un cuerpo o de un conjunto de pruebas, en la escena del crimen. La arqueología y la antropología proporcionan eficaces y precisos medios para obtener pistas sobre un escenario, o pueden ayudar a los investigadores a comprender los acontecimientos que rodearon la disposición del cuerpo. En la escena, cada elemento ligado a los restos es localizado in situ en un mapa (el lugar exacto donde fue encontrado), fotografiado, recogido y empaquetado como prueba, ya que puede ayudar a resolver el caso. A partir de ahí, todos los materiales relacionados se pueden utilizar en los tribunales. Un documento llamado cadena de custodia, registra una descripción de cada objeto y el lugar exacto donde fue encontrado, como el nombre y afiliación de cada persona que tiene pruebas en su poder.
¿Qué ocurrirá con los restos y las evidencias?
Todas las pruebas recogidas en la escena de un crimen deben ser transportadas a las instalaciones donde podrán ser descritas, fotografiadas y etiquetadas de forma segura y confidencial. Todos los restos humanos se envían a los servicios médicos, por lo general la morgue, para ser sometidos a una autopsia (palabra griega que significa "ver con sus propios ojos"). La autopsia u obducción es realizada por un patólogo, médico especializado en el estudio y diagnóstico de la enfermedad. Otros profesionales, tales como un dentista (odontólogo especialista), un antropólogo (si el cuerpo está en la condición de esqueleto), o un radiólogo, pueden ser llamados para examinar los restos. Cualquier condición médica se registra y se toman radiografías de los dientes y cuerpo. Si es posible, los investigadores recogerán las impresiones dactilares y muestras para análisis de ADN. Debido a su experiencia pueden ser empleados en el tribunal en un caso vinculado a un crimen, estos profesionales también podrán llevar el título de especialistas forenses. En este contexto, el patólogo forense examina el cuerpo para determinar las circunstancias y la causa de la muerte ; el odontólogo forense analiza y describe las características dentales ; el antropólogo forense examina los huesos para hacer una descripción básica de la persona, conocida como perfil biológico.
Se pueden aplicar diversas disciplinas científicas al proceso de identificación y en algunos campos se están desarrollando técnicas especiales para el terreno forense. Por ejemplo, la optometría (del griego ὄψ "ojo" y μέτρον "medida" es la ciencia encargada del cuidado primario de la salud visual, a través de acciones de prevención, diagnóstico, tratamiento y corrección de defectos refractivos, acomodativos, musculares y enfermedades del segmento anterior, así como del diseño, cálculo, adaptación, y control de lentes de contacto y lentes oftálmicas) desarrolló un método simple para conectar la prescripción de gafas a la información registrada en las historias clínicas de los pacientes. Para ello, fue creada una gran base de datos que registra los requerimientos de los pacientes. En el caso de que se encuentren las gafas, un programa calcula la frecuencia con que este requisito se encuentra en una población dada. Aunque estos métodos son potencialmente útiles en las investigaciones forenses, es importante recordar que las conclusiones extraídas deben poseer un alto grado de rigor científico con el fin de ser aceptadas en la corte.
¿Cómo se hacen las comparaciones ante mortem y post mortem?
Cuando la información ante mortem correspondiente a una persona desaparecida ha sido recogida y se poseen los datos sobre restos humanos encontrados, comienza el siguiente paso del proceso de identificación. Se trata de comparar dos conjuntos de información para encontrar las características correspondientes. Dependiendo de las circunstancias, la comparación puede ser hecha por un médico forense, un médico legal o un funcionario policial. En muchos casos, las diferentes agencias combinan sus esfuerzos, si se encuentra una correspondencia posible, toda la información pertinente debe ser verificada para comprobación de la exactitud y consistencia. Todas las evidencias no tienen el mismo valor identificatorio. Por ejemplo, si la ropa hallada en el cuerpo es consistente con la descripción existente en la información ante mortem, es sólo una identificación presunta, y no una identificación positiva. Algunos elementos comunes, tales como las prendas de vestir, no pueden proporcionar una identificación positiva porque muchas personas pueden tener los mismos artículos. Por otro lado, si las huellas dactilares en el cuerpo corresponden a las tomadas cuando la persona estaba viva, esto se considera una identificación positiva, porque la probabilidad de que dos personas diferentes tengan las mismas huellas dactilares es muy baja ó nula. Las identificaciones positivas pueden hacerse a través de comparaciones ante y post mortem de ADN, las radiografías dentales o médicas, las distintas fracturas, los tatuajes o las enfermedades específicas. En los casos en que hay más involucrados una identificación positiva puede requerir el uso de múltiples técnicas y de varias muestras porque los cuerpos pueden haber sido mezclados. En este caso, las pruebas asociadas son pertinentes y pueden emplearse para corroborar la identidad de la persona. Una vez que el individuo se identifica, el cuerpo es llevado a una funeraria o entregado a la familia.
¿Quién puede solicitar una autopsia?
En circunstancias normales, el cuerpo de una persona muerta vuelve a la familia o parientes cercanos. La familia tiene derecho a solicitar una autopsia si quiere saber la causa exacta de la muerte (por ejemplo, enfermedades, lesiones o anomalías) o cómo ocurrió (natural, accidental, por suicidio, homicidio o indeterminado). Sin embargo, si la muerte ocurre en circunstancias sospechosas, las responsabilidades del Estado son mayores que los deseos de la familia y un médico forense o  legista puede ordenar una autopsia sin el permiso de los familiares de los fallecidos.
¿Cómo se reconoce oficialmente la muerte?
Este tema sufre variantes de acuerdo a las leyes de cada país, no obstante digamos que por lo general un médico debe ser llamado para cumplimentar el certificado médico que confirme la muerte. La mayoría de las veces, este documento se envía a un director de una funeraria que  registra la muerte y emite un certificado de defunción y el permiso de inhumación de la persona fallecida.
Sin embargo, si la muerte es sospechosa o parece ser el resultado de una situación violenta, o si la muerte se produjo más de 48 horas antes, un médico de cabecera no puede legalmente firmar el certificado de defunción. En estos casos, un médico forense o legista debe investigar la causa de la muerte y cómo ocurrió, y confirmar la identidad de los fallecidos. Una vez que estas preguntas se responden de manera adecuada, el certificado de defunción puede ser firmado y el deceso registrado oficialmente.
¿Médico forense o médico legista?
Hay dos sistemas para la investigación de una muerte no natural, súbita, inexplicable o inesperada: el médico forense y el médico legista. En cada uno de estos sistemas, las autoridades designadas son responsables de investigar las muertes que se producen fuera de la supervisión médica. Sin embargo, ningún sistema trata de determinar la responsabilidad penal o criminal. El médico forense y el legista son más bien los principales responsables de identificar a las víctimas y determinar la causa de la muerte.
¿Cuáles son las cuestiones relacionadas con la identificación?
Todos los seres humanos tienen derecho a ser tratados respetuosamente después de la muerte. Sin embargo, los esfuerzos de los forenses para identificar un individuo pueden entrar en conflicto con las creencias y prácticas de sus familias. Por ejemplo, la familia del fallecido puede no desear que ciertos procedimientos médicos se lleven a cabo en un ser querido o estar de acuerdo con los métodos utilizados para su identificación. En el plano religioso, las exigencias específicas para el manejo y tratamiento del cuerpo después de la muerte pueden influir fuertemente en la reacción de la familia sobre la necesidad de una autopsia. Algunas religiones como el islam y el judaísmo, enseñan que el cuerpo debe ser enterrado poco después de la muerte y no permiten las autopsias voluntarias porque se consideran una profanación de la persona. Sin embargo, la mayoría de los líderes de la iglesia admiten que hay excepciones. Por ejemplo, una autopsia puede ser permitida si la información resultante puede salvar una vida. Del mismo modo, si se sospecha de un crimen, la autopsia está autorizada para ayudar a la policía a resolverlo.
El entierro puede ser también causa de disputas entre familias e investigadores. Por ejemplo, el Islam y el judaísmo tienen una prohibición especial en enterrar un cuerpo incompleto. Algunos dicen que si el cuerpo no está completamente enterrado, el entierro no es válido. Obviamente, ello plantea desafíos para los investigadores que deben tomar una muestra de tejido para posibles análisis. Al igual que con muchos aspectos de la vida, los profesionales que trabajan con restos humanos deben ser sensibles a las perspectivas diferentes y deben tratar de satisfacer las diferentes necesidades lo mejor que pueden. En general, tratan de cumplir con las recomendaciones religiosas y manejar los restos humanos con respeto y dignidad. Por otra parte, hacen todo lo posible para cumplir con sus tareas de la manera más eficiente posible con el fin de minimizar el estrés adicional a la familia. También es importante recordar que los investigadores son los principales responsables de determinar las circunstancias de la muerte y las consideraciones culturales y religiosas a veces se deben dejar a un lado para poder entender que es lo que ha pasado. Esto es especialmente cierto cuando un delito se ha cometido; en este sentido, el primer deber del investigador es resolver estos crímenes - la identificación y resolución de las condiciones que causaron la muerte para formular recomendaciones y evitar situaciones similares-.
¿Cómo afectan los medios de comunicación al proceso de identificación?
Recientemente, la ciencia forense se ha convertido en un tema popular en programas de televisión, películas y libros. Sin embargo, muchos de estos medios de comunicación presentan la obra de especialistas forenses de una manera menos realista y más dramática de lo que realmente es. En consecuencia, esto ha generado una serie de ideas falsas sobre lo que puede hacerse con métodos científicos – un problema llamado « el efecto CSI (Crime Scene Search). Este efecto ha provocado una considerable confusión acerca de cómo los crímenes pueden ser "resueltos" y por quién. Más particularmente, las representaciones de ficción de las investigaciones forenses tienden a exagerar en gran medida - si no del todo inventado - el tipo de equipos, procesos y exactitud de los métodos y las habilidades de cada especialista.
Además, los analistas están preocupados por el hecho de que los espectadores llegan a creer que la ciencia forense real es tan rápida como lo que se muestra en las emisiones. A diferencia de algunos minutos pasados en la televisión, el análisis forense real suele tomar varios días o semanas para ser completado. Y a veces no. Los errores de percepción se refieren también al nivel de participación de cada analista forense en un caso. Los verdaderos científicos forenses son especialistas que desarrollan habilidades específicas en un determinado campo. A diferencia de sus homólogos de ficción, no interrogan a cada sospechoso ni persiguen a los delincuentes, haciendo autopsias y análisis de restos óseos en sus actividades diarias.
A pesar de que estos errores pueden parecer frustrantes, pueden tener efectos potencialmente devastadores al ser llevados a los tribunales en el marco del proceso penal real. Abogados, jueces y miembros del jurado pueden estar influidos por la mala información y tener expectativas poco realistas acerca de la exactitud y fiabilidad de las pruebas, los resultados o el testimonio de expertos forenses. En consecuencia, los científicos forenses deben ser particularmente prudentes con el propósito de asegurar que son claros acerca de las capacidades y limitaciones de su trabajo y evitar que los malentendidos persistan.

1 comentario:

Iris dijo...

EXCELENTE DOCUMENTO, HE APRENDIDO MUCHO Y HA RESPONDIDO MUCHAS DUDAS QUE TENIA. GRACIAS POR PUBLICARLO.