Las posibilidades que ofrecen las redes de cómputo para el comercio electrónico son muy amplias. Los usuarios de Internet, la red de computadoras más grande del mundo, ya pueden examinar catálogos completos de negocios tan variados como librerías, joyerías, tiendas de flores y centros de cómputo, entre otros. Una vez seleccionado el producto que desea comprar, lo puede incluso ordenar directamente desde una computadora, sin importar en qué parte del mundo se encuentre la tienda.