martes, 4 de octubre de 2011

Los temblores en la escritura.

Los temblores son una de las características que se examinan siempre cuando se quiere identificar una escritura. Todas las obras clásicas recomiendan su estudio para determinar si dos textos han sido escritos o no por la misma persona. Por ello, es de suma utilidad considerar lo que es el temblor, cuales son sus diferentes formas y cuales son sus causas.
Podemos definir al temblor: "como una desviación involuntaria en el trazado que debe tener un rasgueo", de lo que se desprende que hay dos tipos de ellos: los auténticos y los imitados.
TEMBLORES AUTENTICOS
El escritor es principiante o no tiene costumbre de escribir.
Los músculos que sirven para escribir están aquejados de una cierta debilidad.
Fallas en la motricidad fina, se adquieren a partir de los 4 a 6 años y se pierde paulatinamente a partir de los 45, en personas sin enfermedades motoras.
Enfermedades musculares.
Personas nerviosas por naturaleza, que realizaron esfuerzos físicos, estado de embriaguez, distintas enfermedades que generan convulsiones, etc.
El soporte en el cual se escribió se ha movido, escritura en un vehículo en movimiento.
La mano del escritor es guiada, lo que crea un conflicto, o bien tiembla la misma mano que guía.
TEMBLORES IMITADOS
El hecho de imitar una escritura, aunque el modelo puede carecer de temblores.
El imitador, aunque haya asimilado sus movimientos, adopta una escritura con temblores para imitar el original.
Es posible también descubrir la falsificación si el temblor imita mal el original o si falta el temblor cuando la persona cuya escritura se imita tiembla.
Se ha sujetado la mano del escritor y se la ha obligado a escribir el texto deseado.
CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LOS TEMBLORES
La escritura de una persona con escasa cultura gráfica o de un escritor principiante -un niño por ejemplo- es en general, temblorosa, pero ese temblor es diferente al de una persona anciana. El primero sujeta fuertemente el elemento escritor y vacila porque no sabe como continuar para terminar la letra o la palabra. El temblor de un anciano, es un temblor de mano, que no puede dominar, por lo tanto estos temblores son diferentes.
En general en el primer caso, los rasgueos son lentos, pesados con amplias curvas y oscilaciones, en el segundo son finos y vacilantes, aunque pueden ser rápidos.
En un anciano normal, los mismos aparecen progresivamente y aumenta a medida que se avanza en edad, hasta ser tan fuerte que le es difícil sostener el instrumento escritor.
En este tipo de escritura se sujeta muy poco el elemento escritor y normalmente los rasgos no pueden ser enérgicos, esta persona evita los textos largos dado que escribir le resulta gravoso.
 Si se quieren hacer comparaciones escriturales, hay que saber que dos escritos de la misma época presentan temblores, también hay que recordar que la persona no realiza retoques minuciosos de su escritura.
Los temblores en la escritura de una persona con enfermedades y/o debilidad muscular tienden a mejorar progresivamente si la misma responde a los tratamientos de su sanación, hasta alcanzar la normalidad escritural una vez que esté totalmente repuesto de la misma. Por lo tanto, uno de los escritos puede tener temblores y otro no, hay que tener en cuenta esta circunstancia.
Lo mismo ocurre con individuos que se entregan a ejercicios violentos o escriben después de haber realizado un esfuerzo físico, cuando su tensión arterial es elevada o cuando esta elevada por cualquier razón, tendrán una escritura temblorosa, mientras que en situaciones normales no aparece.
El mismo caso se presenta cuando se escribe en un vehículo en movimiento, la experiencia indica que las letras en general son más grandes que en circunstancias normales. Siempre el perito tiene que tomar conocimiento de esta peculiaridad. Es importante recordar que en un vehículo en movimiento, para neutralizar ciertas sacudidas y/o desplazamientos anormales del instrumento escritor, hay que apretar la lapicera con más fuerza que lo acostumbrado.
La opinión, según la cual si hay temblores en una escritura es porque la misma esta falsificada, ES FALSA, pues si la escritura indubitada y la muestra dubitada presentan los mismos temblores, esto es un hecho de similitud entre ambas y no un signo de falsificación.
Si el falsificador, tiembla, es porque está nervioso o vacila al copiar, al trazar sus letras o al falsificarlas, aunque en tiempo normal puede tener una escritura muy firme.
La falsificación es un delito, es lógico entonces que dé muestras de nerviosismo, vacilaciones, desear  que la misma sea perfecta,  es precisamente un  error.
Es sumamente difícil copiar los temblores, pero más aun en el caso de la escritura de un principiante, porque los músculos utilizados para escribir tienen un grado de fuerza y coordinación diferente, en una persona torpe para escribir puede que aparezcan temblores, pero los mismos son neutrales, espontáneos,  que un falsificador no los puede realizar con facilidad.
Se han observado documentos enteramente falsos, donde las formas son mas temblorosas y ofrecen más signos de falsificación que los textos, esto está dado por falsificadores oportunistas que le atribuyen mucha importancia a la firma del documento, la cual les resulta más difícil de realizar por su propio nerviosismo.
Obviamente, hay falsificadores con un grado de imitación de las escrituras muy elevado, pero siempre queda algún rastro que el perito puede visualizar, para descubrirla.

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