COMPOSICIÓN MECÁNICA EN CALIENTE
Las primeras componedoras estaban diseñadas para componer
caracteres de metal fundido que se guardaban en cajetines o chibaletes. El
invento de las componedoras se atribuye al doctor William Church, en el año
1822, un estadounidense que pasó la mayor parte de su vida en Inglaterra. A
pesar de que su máquina era ingeniosa y pionera nunca llegó a tener éxito
comercial. Los inventores continuaron trabajando en el desarrollo de máquinas de
composición que lograran distribuir caracteres de metales fundidos
prefabricados, pero la verdadera revolución llegó cuando se descubrió que los
mejores sistemas se basaban en la llamada tecnología de composición en caliente,
que permitían componer nuevos caracteres a partir de matrices ya compuestas. En
1885 Ottmar Mergenthaler construyó una máquina de composición en caliente que al
poco tiempo evolucionó hacia la linotipia y que tuvo un gran éxito. En 1886 la
primera linotipia —así llamada porque componía líneas enteras de caracteres al
mismo tiempo— fue instalada en el New York Tribune, iniciando su largo reinado
en la edición de periódicos en todo el mundo. Las matrices de cada caracter se
almacenaban dentro de cajetines y se distribuían en el orden apropiado a un
ensamblador por el operador del teclado, enviándose luego con los espacios
adecuados a una componedora. Una vez compuesta la línea de tipos las matrices se
devolvían a sus respectivos cajetines.
El invento de la monotipia tuvo una importancia parecida en la
historia de los sistemas de composición mecánica en caliente. Al igual que
Mergenthaler, el inventor Tolbert Lanston descubrió las ventajas de trabajar con
matrices. A partir de 1883, Lanston fabricó varias máquinas, algo diferentes en
diseño, pero con la característica común de que funcionaban siguiendo
instrucciones previamente codificadas en una cinta de papel perforado. Los
primeros modelos de éxito comercial aparecieron a finales del siglo XIX, y
consistían en un teclado y una componedora controlada por una cinta. A
diferencia de la linotipia, la monotipia producía caracteres metálicos
individuales: era una máquina de gran adaptabilidad. La matriz deseada se
llevaba a su posición mediante una cinta perforada de papel que contenía las
instrucciones de composición. Aunque se desarrollaron otros tipos de máquinas de
composición en caliente las linotipias y monotipias se extendieron como sistemas
de composición generalizados.
FOTOCOMPOSICIÓN
En el siglo XX, a medida que aumentaba la dependencia en los
procesos de impresión offset, se hizo patente la necesidad de contar con un tipo
diferente de sistemas de impresión que no emplearan caracteres de metal en
relieve. El procedimiento de la fotografía, ya empleado para imágenes en placas
litográficas, era la forma en la que los inventores esperaban poder superar la
composición mecánica en caliente. En 1894 apareció un sistema prototipo, pero su
desarrollo se vio obstaculizado por problemas técnicos.
La primera máquina rentable de fotocomposición fue instalada en
la Oficina de Impresión del gobierno de Estados Unidos en la ciudad de
Washington, en 1946. Bautizada con el nombre de Intertype Fotosetter, se basaba
en la tecnología de los mecanismos de composición de la linotipia, pero
sustituía los caracteres de cada matriz de bronce por finas películas en
negativo llamadas fotolitos. Se trataba de una unidad de exposición que movía de
forma secuencial cada fotolito entre una fuente luminosa y un papel
fotosensible. Las máquinas de fotocomposición, y otras parecidas, eran en lo
básico máquinas de linotipia reconvertidas y fueron definidas como la primera
generación de sistemas de fotocomposición.
Las máquinas de la segunda generación eran electromecánicas y
utilizaban luces estroboscopias, sistemas de lentes y espejos para 'congelar'
los caracteres en un disco matriz de giro rápido o en una rejilla en movimiento.
Las instrucciones precodificadas en una cinta de papel se encargaban de ordenar
la exposición secuencial de los caracteres de impresión en el tamaño adecuado
sobre la superficie de un papel sensible. La primera máquina de este tipo fue la
Lumitype 200, inventada en Francia por René Higonnet y Louis Moyroud, y
fabricada por primera vez en 1956. Máquinas similares eran la Linofilm de
Mergenthaler y la Fototronic Intertype.
Las máquinas de tercera generación aparecieron a finales de la
década de 1960 y se perfeccionaron a lo largo de los setenta. Muchos de los
últimos modelos sustituyen el almacenamiento de los caracteres maestros en
películas o cristal, por un generador de caracteres que envía señales de vídeo a
un tubo de rayos catódicos (TRC) que, a su vez, era expuesto mediante un sistema
de lentes o un haz de fibras ópticas, sobre un papel sensible. Entre las
máquinas de este tipo destacan la Linotrón de Mergenthaler y la Hell Digiset,
construidas en Alemania, y su homóloga estadounidense, la Videocomp de RCA.
Una característica de todas las máquinas de fotocomposición de
tercera generación es la pantalla de vídeo que permite al operador comprobar la
evolución del proceso de composición. A medida que se perfeccionaron los equipos
electrónicos de visión, se pudo lograr un visionado de gran exactitud y
resolución del producto final. Los sistemas de visionado más elaborados pueden
llegar a generar aproximaciones razonablemente exactas del tipo de letra.
Llegados a este punto, la definición o resolución final de los
caracteres va siendo cada vez más perfecta. Un problema nuevo se presentó con la
introducción del almacenamiento digital y los tubos de rayos catódicos. Dado que
cada carácter está compuesto de líneas verticales de puntos negros (la porción
más pequeña de una imagen codificada) —a través de un proceso conocido como
encuadramiento de imagen— los bordes oblicuos o curvados de los caracteres
quedaban dispuestos con un efecto de escalera, lo que popularmente se conoce
como 'dentado'.
EQUIPOS LÁSER
El término fotocomposición apenas sirve para describir con
exactitud el funcionamiento de los sistemas más avanzados pertenecientes a la
cuarta generación de máquinas de fotocomposición. Estas máquinas emplean por lo
general rayos láser que funcionan según las instrucciones de un ordenador para
determinar la impresión; también pueden producir artes lineales y de media
tinta. Los caracteres maestros se almacenan digitalmente en la memoria del
ordenador. Los aparatos láser, igual que las máquinas de composición de tubos de
rayos catódicos de tercera generación, también permiten obtener caracteres (e
ilustraciones) por encuadramiento de imágenes, pero se diferencian en que
utilizan procesadores de encuadramiento de imagen que conducen el barrido
horizontal del láser a través de la página de arriba a abajo. En las
componedoras digitales de alta calidad, como las Lasercomp Monotype y las
Linotronic de Mergenthaler, esas líneas de exploración horizontal se consiguen
con una densidad de entre 1.270 y 2.540 puntos por pulgada.
EQUIPOS DE EDICIÓN ELECTRÓNICA (DTP)
A finales de los ochenta, la aparición de la tecnología de
edición electrónica (DTP) revolucionó los sistemas de impresión. Estimulados por
la disminución de los costos y la miniaturización de la memoria, los ordenadores
personales a precios asequibles, producen en la actualidad documentos de una
complejidad sorprendente. Cuando se preparan documentos con el software
adecuado, se pueden crear presentaciones de gran calidad, eligiendo entre
cientos de tipos de letras o combinando cualquier elemento gráfico además de
ordenar los documentos de acuerdo con formatos predefinidos o transformarlos de
diversos modos. Un hito en la historia de la autoedición electrónica fue la
aparición en el mercado, en la década de 1980, de los ordenadores o computadoras
Macintosh de Apple Computer que, basados en una interfaz gráfica, se
caracterizaron por un fácil manejo y sencillez de aprendizaje.
Hoy día la posibilidad de trabajar con los mismos programas
informáticos de autoedición en la plataforma Macintosh y la plataforma PC, ha
permitido aumentar tanto el número de usuarios como el de aplicaciones que
realizan este tipo de trabajo. Entre todos estos programas podemos destacar, en
la actualidad, los desarrollados por las compañías Adobe System Incorporated
(PageMaker); Quark Inc. (QuarkXpress) y Corel Corporation (Corel ventura). En
cualquier caso no hay que olvidar que en el campo de la informática la
investigación es constante en la búsqueda de productos nuevos, y los cambios y
perfeccionamiento de estos programas se realizan día a día.
Una vez preparado el documento a gusto del operador o
diseñador, el archivo debe ser tratado por la computadora para su transmisión a
una impresora que activa su mecanismo de impresión por láser para el
encuadramiento horizontal de las líneas. Este proceso electrónico es gestionado
por lo que se conoce como Lenguaje de Descripción de Página (LDP). El LDP
proporciona a la impresora las instrucciones necesarias para aplicar las
numerosas marcas minúsculas que compondrán los diferentes tipos de letra.
Conectado a una impresora láser capaz de imprimir con una resolución de unos 800
puntos por pulgada en adelante, el ordenador personal puede generar
composiciones de una notable calidad.
Nunca desde los orígenes de la impresión se había llegado a que
una sola persona pudiera controlar el diseño, la composición y la impresión,
haciendo desaparecer las tradicionales barreras entre los sectores
especializados de la industria de las artes gráficas.
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